sábado, 23 de agosto de 2008

POEMA PARA MANUEL MORALES


Hachazos de sombra o
cinco zambas toda la noche



Hercúleo en esencia y dibujado en el dado
Rueda su palabra y su sexo y polifonías.
Morales es de naturales y baja el toro así.
Cuando está de mañana se erecta de sombras
Por la tarde lee a Pratolini y escupe cupidos.
Se enamora al anochecer del silencio de la luz
Y cuando se acuesta, agata a la presa y felicea.

Su ayuno es descomunal por espumas y poemas
Entonces crea la recta retorcida y el semen del sema.
Morales vive en Brasil y su ternura la envía en su loro.
Está bronceado de lisuras y degüella las tristezas
Canta al Vinicius y corretea monjas, el maestro.

Si supiera que lo amamos no se hubiese muerto.
Si viera cómo lo extrañamos sería imperecedero
Si olvidara que lo vamos a recordar a morir,
Morales estaría de hachazo y resondrándonos:
Cierto, como un padre que fue de Hora Zero.
Entonces en el cielo te veo, con la cuenta.



Eloy Jáuregui, agosto, 2008



(Fragmento de su última carta desde Brasil)
“MI NEGOCIO AHORA ES ENAMORAR”


“Ustedes dirán Manuel Morales vivió lejos y nos olvidó. No es verdad. Siempre viví con mi conciencia transformada en un derrelicto. Y hallo que fue bien. Desde lejos vi a mi generación crecer. Tengo orgullo de ser un militante de Hora Zero, el movimiento que con mi hermano Jorge Pimentel, el chome Ramírez Ruiz, Jorge Nájar, Enrique Verástegui y tantos otros hermanos, como el imponderable y juicioso Tulio Mora, ayudamos a erguir para que la poesía no sea una farsa y sí el resultado dialéctico de una generación que ansiaba la libertad contra todos los indicios del oficialismo.
(…)
Soy, como ya dije a mi hermano Miguel Gutiérrez, un hombre libertino cuyo negocio ahora es enamorar. Vivo en el sur del Brasil en Porto Alegre, capital do Río Grande do Sul. Un lugar muy interesante por sus mujeres lindas. Ya habrá oportunidad para que les cuente mi vida”. (Carta fechada en junio, 2005)