lunes, 18 de agosto de 2008

EL MAESTRO EN EL CIELO

UN ADIOS PARA EL REY ROJO

El era un año mayor. Yo lo quiero como a un padre y un amigo entrañable. Constantino Carvallo se me ha muerto esta mañana en la clínica Americana. Estaba con un infarto prolongado. Lo operaron esta madrugada en la Clínica Americana. Hoy, repito, está muerto y yo que no aguanto la pena. Constatino Carvallo no estaba para la cirugía sino para la educación.

Repito lo que dice El Comercio: "Eel velorio será hoy al mediodía en la iglesia Virgen de Fátima, en el distrito de Miraflores. Costantino Raúl Carvallo Rey fundó el colegio Los Reyes Rojos en 1978 y desde ahí difundió una visión de la educación que se alejaba de lo covencional. En palabras propias de este multifacético educador, la escuela debía ser "un espacio de socialización en el que se forja el carácter del individuo y del ciudadano. La autonomía moral y la búsqueda crítica del saber son los fines fundamentales que dirigen su actuar".

Carvallo fue dirigente del club Alianza Lima, desarrolló un programa en el que diversos jugadores de las divisiones menores de ese club acudieron a Los Reyes Rojos a estudiar, además de brindarles un techo a aquellos que tenían un difícil entorno familiar. Jefferson Farfán, Paolo Guerrero, Alexander Sánchez y Jairzinho Baylón, son algunos de los futbolistas que en más de una ocasión han agradecido la oportunidad que les brindó Carvallo.

Hace una semana hablamos por mi celular. Lo llamé porque necesitaba su sabiduría. Yo estaba perdido. Él sabía todo. Hace dos años presentamos el libro de Phillips Butters, "Muerte súbita", la primera novela sobre la jaqueca nacional: el fútbol, escrita por el gordo barranquino.

Antes fuimos a "El Cantarrana, con Mercedes Gonzales y Mayte Mujica de Santillana. Tomamos nuestros chelas y hartos cebiches. Sabio, como siempre, Carvallo dijo que el libro era un texto justiciero. Yo le dije que la justicia era cosa de injustos con el bien común. El me abrazó.

Lo vamos a velar esta tarde y por el resto de nuestros días. Su preocupación fue tan grande que mi 'colarado' se nos adelantó.Constantino era el más alegre de los serios. Todo se lo tomaba a pecho, hasta la muerte. ¡Buen viaje maestro!