viernes, 26 de octubre de 2007

EL INTERMINABLE SUPLICIO DE SEGUIR ESCRIBIENDO



LA AMISTAD, LA TRAICIÓN Y LA ENVIDIA


La amistad traicionada y el proceso de autodestrucción personal a que puede llevar es el eje central de “Las obras infames de Pancho Marambio”, la última novela de Alfredo Bryce Echenique. "Uno conoce muchos casos a lo largo de su vida, pero no aprende", dice Bryce Echenique y sigue: "basta con una mala jugada de un amigo para descubrir la fragilidad de la naturaleza humana", y cuenta cómo de una vida exitosa y con un futuro prometedor por delante se puede pasar, en cuestión de horas, "al infierno".

“Las obras infames de Pancho Marambio” es una divertida y turbadora historia sobre el destino, cuyo protagonista es Bienvenido Salvador Buenaventura, un abogado peruano de prestigio que ha logrado, a sus 50 años, eludir la maldición que ha pesado sobre su familia, el alcoholismo, y cuyo destino cambia al trasladar su residencia a Barcelona e iniciar unas obras en una vivienda.



La traición de un amigo, Pancho Marambio, un personaje mentiroso y siniestro que se ofrece para hacer la reforma de su nueva casa, y que traiciona su confianza al convertir el piso en un campo de batalla con los consiguientes perjuicios para los vecinos, trunca el destino de Bienvenido y le hace caer en la maldición de su familia, el alcoholismo.
Según Echenique, "todos tenemos un destino, pero nadie lo conoce, y cuando se cumple estás muerto", y asegura que este libro, "que, como todos, surge de un hecho real", es un homenaje a amigos suyos "que están casi retratados".

El escritor señala que él siempre sufría mucho en Perú cuando sus amigos de la adolescencia cortaban una relación con sus novias e inmediatamente éstas pasaban de ser las mejores personas a convertirse en las peores, y subraya: "Yo siempre he mantenido muy buena relación con mis ex novias".



No obstante, aclara que él no tiene "nada que ver" con Bienvenido Salvador Buenaventura, "aunque también he sufrido la labor de paletas -obreros- en mi casa", y confiesa que en el libro se recrea un entorno barcelonés por el que pasea mucho, la calle Aragón, "pero a partir de ahora no sé si alguien se atreverá a cruzarla tan tranquilamente".
Toda la obra destila un humor "casi pantagruélico", especialmente la parte en la que el protagonista ingresa en un psiquiátrico, humor que el autor define como "instalado en el corazón mismo del dolor".

Respecto al alcoholismo, "un mal de nuestros días", Bryce Echenique considera que está extendido por todo el mundo, "pero más si cabe en España, gracias a la generosidad innata de sus camareros y a las raciones de alcohol que sirven en las copas", y afirma que alcohol y soledad son dos conceptos que están forzosamente unidos, "ya que no es lo mismo un borracho conocido que un alcohólico anónimo".




En el libro se hace un retrato duro "de una ciudad tan amable como Barcelona", de la que el autor aprecia sobre todo el mar, y en el mismo ha querido rendir "un pequeño homenaje" a un lugar en el que ha pasado largas temporadas.
Sobre el Perú, considera que en el aspecto económico su país creció mucho con el Gobierno de Alejandro Toledo, un presidente "muy poco popular por racismo, porque es un indio, pero quizás fue el mejor presidente" de Perú, y precisa que si el Ejecutivo actual sigue por la misma senda "podríamos dejar de ser un país que pasa hambre para entrar en políticas más sociales".

Para el futuro, el escritor peruano prepara un libro de cuentos, del cual ya tiene cinco terminados, ya que -dice- "tenía nostalgia" por regresar a este género, al considerar que "mientras que la novela mejora y empeora, aunque al final puede ser genial, un cuento sólo puede ser perfecto".